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Desde altamar, la graduada Camila Bianchi di Carcano da detalles de su experiencia en el XLVIII Viaje de Instrucción de la fragata ARA “Libertad”. ¿Cuál es su rol en el buque escuela?

A principios de julio de este año recibió un correo electrónico que no le resultó inadvertido. El remitente era el del Departamento de Graduados del ITBA, y el motivo, una convocatoria abierta a todos los integrantes de las últimas cinco Promociones para participar del Viaje de Instrucción del Buque Escuela Fragata A.R.A “Libertad”.  Camila Bianchi di Carcano se tomó un instante para pensar y evaluó meteóricamente su situación: 25 años, título de graduada de Ingeniería Industrial, y una posición laboral en el área de Mantenimiento en Coca-Cola. “Es el momento ideal para hacerlo” se dijo a sí misma. Preparó la carta motivacional que luego derivaría en una entrevista personal y una posterior confirmación de aceptación.

Y el 17 de agosto comenzó la travesía. La Fragata soltó amarras y Camila se despidió de su familia y seres queridos al igual que los 48 guardiamarinas en comisión, 26 oficiales y 191 suboficiales a bordo. “Me pareció una oportunidad única, de esas que se presentan una vez en la vida. Es algo que sabía que podía hacer en este momento de mi vida. Siempre me intrigó la vida en altamar, nunca tuve la posibilidad de participar en algo similar”, expresó antes de embarcar.

La graduada del ITBA será parte de la tripulación hasta el 2 de noviembre cuando el velero toque tierra en Dublín. El itinerario incluye, además, los puertos de Salvador de Bahía, Tenerife y Cádiz (España), Lisboa (Portugal), Brest (Francia), Amberes (Bélgica) y Londres (Inglaterra). Al momento de la entrevista se encontraba en Cádiz y el balance de la experiencia es positivo: “Está superando mis expectativas. Incluso hasta los tramos largos de navegación, que era lo que más me preocupaba al principio, pasaron rápido. Ahora estamos viviendo la mejor parte porque estamos recorriendo los puertos de Europa que para mí es lo más divertido. Estoy muy contenta y espero que siga así”.

-¿Cuáles son tus funciones en la embarcación?

-Dentro de las tareas estipuladas se encontraba la de dictarle clases a los guardiamarinas que están haciendo su viaje de instrucción. La idea es que les enseñe “lean manufacturing”, una metodología de trabajo para mejorar la calidad y velocidad de los procesos. Son muchas herramientas que se pueden utilizar, y creo que es algo que van a poder implementar a futuro. Igualmente, todavía no empecé a dar clases, pero estuve ayudándolos bastante a preparar la derrota –el camino que hacemos de un puerto a otro-; tenían un montón de libros en inglés y estoy haciéndoles la traducción así pueden finalizar ese trabajo.

-¿Estabas buscando acercarte a la docencia?

-La verdad es que no estaba orientando mi carrera para ese lado, pero hace algunos años daba clases particulares, y fui ayudante de cátedra en una materia de Ingeniería Industrial. Es una actividad que me gusta y disfruto.

-¿Y cómo es un día convencional en la Fragata?

-Nos levantan a las 7 de la mañana, ahí ordenamos nuestras cosas y desayunamos, y a las 8 tenemos que formar en la cubierta. Después, los guardiamarinas ocupan sus respectivos cargos, y junto con las demás invitadas colaboramos en algunas tareas.  Por lo general a las 5 de la tarde los guardamarinas se liberan de sus cargos. Ahí se arman distintos grupos que juegan a las cartas o algún juego de mesa, mientras que otros están con la play station o la compu. También hay un TV, así que vemos películas. Los sábados que navegamos tenemos la noche de karaoke, ponen música y cantamos.

-¿Cómo es el vínculo con el exterior? ¿Tienen conectividad?

-Durante los tres primeros trayectos, que fueron Buenos Aires- Salvador de Bahía, Salvador de Bahía-Tenerife, Tenerife-Cádiz, no había señal porque navegábamos alejados de la costa. Los domingos nos daban wifi para que podamos contactarnos con nuestras familias. A partir del próximo trayecto vamos a transitar más cerca de la costa, por lo que es probable que tengamos señal y tengamos la posibilidad de comunicarnos más.

-Hasta el momento, ¿cuáles fue el lugar que más te llamó la atención?

-Ya hicimos tres puertos y te diría que por ahora Tenerife se lleva todos los premios. Es un puerto espectacular, con playas y paisajes increíbles. Además, la gente es muy amable, la pasamos muy bien.

-Estabas trabajando en Coca-Cola y decidiste dejar todo por este viaje. ¿Te ves desempeñándote en el ámbito naval?

-Por el momento quiero seguir orientándome más a lo industrial, sobre todo en el área de ingeniería y procesos. En Coca-Cola trabajaba en el sector de mantenimiento, lo que me daba la posibilidad de conocer los procesos en detalle; y además, estaba emprendiendo un proyecto ingenieril. Igualmente, me gusta mucho lo que estoy haciendo en la Fragata, así que no lo descarto como una posible opción para el día de mañana.

*La travesía de Camila en imágenes: