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Semanas atrás, el nombre de Agustina Fainguersch trascendió internacionalmente. La alumna de Ingeniería Informática de la Universidad dio a conocer en Silicon Valley, “Muzi”, una aplicación para efectuar exámenes de sangre y obtener diagnósticos a la brevedad. “Muzi nació a raíz de varias conversaciones que tuve con Nicholas, un bioquímico Sudafricano y algunos otros alumnos del Global Solutions Program de Singularity University, en junio de 2016. Durante varios meses estuvimos conversando sobre los problemas de estigma social y salud que presentaba África. En un principio consideramos atacar enfermedades tales como malaria, tuberculosis o HIV. Sin embargo, concluimos que sería una buena idea arrancar por HIV, ya que el impacto que generaríamos sería mucho mayor y además porque se trataba de un problema que había afectado de cerca a mi socio”, remarcó la también Chief Marketing Officer de Wolox.

Presentar un startup propio en el polo tecnológico más renombrado es el sueño de la mayoría de los emprendedores. Agustina comentó cómo se gestó esta oportunidad: “Gracias a haber participado en el GSP (Global Solutions Program) de Singularity University y vivido en la NASA en Mountain View por varios meses mientras trabajaba en el proyecto, pude exponerlo ante muchos de los inversores, mentores y eminencias de Silicon Valley. Ellos no solo aportaron con una mirada crítica, sino también con muchísimo apoyo, conexiones y con una exposición inesperada”.

La importancia de los conocimientos académicos es uno de los aspectos que la alumna de 26 años remarca para la generación de un proyecto personal. “El ITBA me brindó una mirada integral de cómo utilizar distintas tecnologías en diferentes ámbitos para que yo después pudiera utilizarlas para resolver esos problemas que realmente me movían. Por supuesto, también fue el lugar de encuentro para muchos de los que hoy trabajamos en nuestro equipo de tecnología dentro de Wolox; el hecho de lograr concentrar gente de tanto valor, tanto técnico como humano, en el mismo lugar es algo invaluable. Además, siento que me brindó las herramientas necesarias para ser resiliente, una cualidad que todo emprendedor debería tener”.

Sobre el futuro de Muzi, que en enero atravesará una etapa de prueba con 30 enfermeros diagnosticadores en África, Agustina imagina un posible desembarco en Argentina. “Ahora se acercaron muchísimas personas del sector médico argentino, con intención de implementarlo y considerarlo para distintas oportunidades. Desde que arrancamos con esto estuve con ganas de pensar cómo llevar a Muzi a mi país y ahora veo no solo que es algo viable, sino también que hay mucha oportunidad y por sobre todo interés por llevarlo adelante”.