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El Departamento de Ingeniería Electrónica y un sistema de realidad aumentada para Tenaris. ¿El fin? Mejorar la eficiencia y seguridad del personal operativo y de mantenimiento de una planta, a partir de tecnologías de visualización de datos.

Desde su reciente irrupción, la realidad aumentada se transformó en una tecnología que cautivó el interés de las compañías más importantes. Sus potenciales aplicaciones y usos motivaron el lanzamiento de productos a los que todavía—según los expertos—les “falta una vuelta de tuerca”. Microsoft HoloLens—las gafas de realidad aumentada creadas por la empresa de Bill Gates y Paul Allen—y Magic Leap One—el dispositivo de una startup respaldada por Google y valuada en más de seis mil millones de dólares—, sobresalen entre varios de los desarrollos globales.

A nivel local, el ITBA comenzó su propia incursión de la mano del Ing. Marc S. Ressl MSc. El docente del Departamento de Ingeniería Electrónica posee experiencia en el campo: además de ciertos trabajos particulares, en 2015 colaboró con un grupo de alumnos en la creación de Sound Field, una obra de arte de realidad virtual concebida a partir de un sistema de sonido posicional, capaz de evocar la sensación de que los sonidos provienen de los objetos del mundo virtual y no del mundo físico.

Estos antecedentes llamaron la atención de Tenaris, que solicitó el desarrollo de un sistema de visualización de datos de realidad aumentada para su planta de tratamiento de agua en Campana. “El trabajo lo llevamos a cabo con el alumno de ingeniería electrónica Santiago Ivulich. El objetivo fue desarrollar un software de fácil comprensión para quien utilice el casco (DAQRI, de primera generación). Por eso nos basamos en elementos que resultan familiares”, señala Ressl.

Titulado como AquaViz, el sistema amplifica la realidad de la sala de tableros eléctricos, superponiéndole una serie de modelos a escala de la planta, modelos de los interruptores eléctricos y una tablet virtual que presenta información relevante al caso. Mediante estos objetos virtuales el usuario puede interactuar con la planta de manera mucho más eficiente, dado que accede a la información en forma espacial. El sistema ya se encuentra en funcionamiento: se emplea en entrenamiento de nuevos operarios, simulación de casos de emergencias y diagnóstico de problemas.

Para el desarrollo utilizaron la realidad virtual y una copia digital de la sala de tableros eléctricos. “Le pedimos a la empresa que saque muchas fotos del recinto, y después usamos una técnica llamada fotogrametría para unir las imágenes y formar un modelo tridimensional del espacio”, añade el docente.

Las repercusiones en Tenaris fueron muy buenas, pero Marc reconoce que debieron superar varios desafíos. “Uno de los principales fue lograr que el usuario comprenda el sistema sin necesidad de explicación. Además, el casco posee un campo de visión muy reducido, de 45 grados, lo cual hace difícil sostener la ilusión de que los objetos virtuales existen. Otro desafío lo tuvimos con la programación: algo aparentemente simple como una proyección resultó complejo, por los múltiples sistemas de referencia involucrados”.

Pese a que la realidad aumentada crece de forma meteórica, para el docente hay ciertos puntos todavía pendientes que se deberán perfeccionar. “La gran dificultad en estas iniciativas es encontrar personas que sepan de arte y de tecnología, dos disciplinas que históricamente estaban unidas, pero que luego se apartaron. Si bien los ingenieros estamos acostumbrados a trabajar en forma interdisciplinaria, existe este vacío que, especialmente en el ámbito de la realidad aumentada, es necesario completar”, concluye.

+Mirá cómo funciona AquaViz.