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Es graduado del ITBA y fundador de una startup de ciberseguridad enfocada en blockchain. Fue distinguido por el MIT y asegura que la moneda digital augura un sistema financiero abierto y justo.

Cuando Demian Brener leyó por primera vez el Whitepaper de Bitcoin que Satoshi Nakamoto publicó en 2012 se convenció de que la innovación tecnológica sería clave para solucionar gran parte de los problemas financieros y políticos que acontecen en Argentina y en buena parte del mundo. “Vi a Bitcoin, y al blockchain en sí, como mi oportunidad de contribuir a la sociedad mediante una empresa que potenciara un nuevo sistema financiero, abierto y justo. Por suerte, esta curiosidad inicial se convirtió en una buena oportunidad de negocios”, explica el graduado en Ingeniería Industrial del ITBA detrás de OpenZeppelin, una plataforma que promueve el desarrollo y operación de aplicaciones seguras a partir de la tecnología blockchain.

Con poco más de cuatro años de existencia y 25 empleados emplazados en cinco países, la startup también realiza auditorías de seguridad a muchas de las empresas más grandes del rubro como Coinbase y Ethereum.  “La seguridad informática es fundamental en esta industria. Se usa código para interactuar con dinero, entonces cualquier vulnerabilidad puede ser explotada por actores maliciosos para robarlo. Gracias a nuestra tecnología y a nuestro equipo somos protagonistas de una de las revoluciones tecnológicas más grandes de la historia, incluso más grande que internet”, asegura el ingeniero de 29 años.

En 2019 OpenZeppelin logró la mejor publicidad posible: sus desarrolladores descubrieron una vulnerabilidad en el código abierto de Libra, la criptomoneda de Facebook. Brener rememora ese momento: “Se la reportamos y colaboramos con ellos para asegurarnos de que fuera corregida. Facebook está empujando los límites de esta tecnología y fue reconfortante ver cómo a través de OpenZeppelin, pudimos aportar y educar a la industria compartiendo nuestra expertise. Al ser una industria tan nueva, los problemas también son nuevos, y lo divertido es que vamos descubriendo las soluciones a la par”.

-En enero de este año fuiste seleccionado por la publicación MIT Technbology Review como uno de los Innovator Under 35 LATAM. ¿Qué significa para vos este reconocimiento?

-Creo en la libertad económica de las personas: no importa si naciste en Argentina, Estados Unidos o China, todos deberían poder trabajar, cobrar, comprar e invertir en lo que quieran a nivel global. Esa es la visión de OpenZeppelin, donde creemos que la tecnología blockchain es el mayor facilitador para que esto suceda. Nuestra misión es acelerar la adopción de esta tecnología a través de productos y servicios que protejan a las empresas que están creando aplicaciones para que nuestra visión suceda. Creo que por eso es que fui nominado.

– Hablás de libertad económica, ¿cuáles serán los próximos pasos de esta tendencia? ¿qué posibilidades creés que puede brindar a países subdesarrollados o con economías emergentes?

-Emprender en la industria blockchain es un desafío doble. Al ser una tecnología tan nueva y representar un cambio de paradigma tan grande, hay que innovar en varios frentes en simultáneo incluyendo desarrollo de producto, modelo de negocios, y estructuras legales, entre otros. Todo se mueve muy rápido, hay que estar atento y contar con un gran equipo que tenga la capacidad de aprender y la flexibilidad para adaptarse a nuevas situaciones. Creo que blockchain es al mundo financiero lo que internet fue a las comunicaciones. De la misma manera en la que hoy cualquier persona del mundo puede publicar un blog post o un tweet gratis y sin pedirle permiso a nadie, la tecnología blockchain va a permitir a cualquier persona poder enviar dinero, acceder a servicios financieros, y participar de decisiones de la misma manera. Esto es particularmente importante en países subdesarrollados donde mucha gente hoy no puede acceder a estos beneficios a través de los sistemas actuales, costosos y burocráticos.

-Sos ingeniero industrial, ¿qué competencias de las que adquiriste en la carrera considerás que te acompañan actualmente?

-Lo más valioso que me brindó la ingeniería fue el pensamiento sistémico. Tener la capacidad de entender el funcionamiento de un sistema en su conjunto, y poder jugar con diferentes variables para obtener los resultados deseados. A fin de cuentas, las empresas, las industrias, y las sociedades son sistemas complejos en sí mismos por lo que, pudiendo predecir con cierto nivel de confianza cómo estos funcionan, es posible saber cómo afectarlos para mejorarlos. Creo que el ITBA fue una buena casa para adquirir esta manera de pensar.