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Jorge Leporati, profesor de “Taller de Modelización de Productos” de la carrera de Ingeniería Industrial, sorprende por su formación en terapias alternativas: es instructor de yoga y tiene una maestría en reiki.

Al ingresar al Centro de Prototipado de la Universidad, las sorpresas son varias. Una música de tintes orientales es una invitación tácita a la relajación, mientras que las máquinas que modelizan productos conviven con algunas imágenes de siluetas con posturas armoniosas. Ese ambiente podría funcionar como una breve, pero certera síntesis de Jorge Leporati, profesor de la materia “Taller de Modelización de Productos”, de la carrera de Ingeniería Industrial, quien además se desempeña como instructor de yoga.

“Me formé como Diseñador Industrial y llegué al ITBA en 2007, para realizar una consultoría en metodología de trabajo. Con el tiempo ingresé al CEMAT (Centro de Materiales), donde desarrollé el área de prototipado, de ahí pasé al Departamento de Ingeniería Industrial. Esta área va creciendo de a poquito, considero que es un sector importante para la ingeniería”, describe Jorge con palabras serenas y pausadas.

Si bien remarca que se acercó a las terapias alternativas por situaciones de la vida que lo llevaron “a comprender lo importante que era el estado de salud”, es profesor de Ashtanga Yoga desde 2012, aunque hace varias décadas que estudia temáticas que complementan su práctica mater: tiene una maestría en reiki, se formó en terapias de sonido con cuencos tibetanos; además de haber estudiado canto armónico y decodificación de memoria celular, entre otras tantas especialidades.

Para Jorge, el yoga es un complemento ideal de su trabajo como docente en la Universidad. “Es una disciplina que me da la sensación de estar presente y en equilibro, porque al estar en el ahora uno no está avanzado en el futuro”.

En mayo de 2016 fue invitado por los organizadores del Bootcamp, que se llevó a cabo en ITBA, a dictar una clase de relajación para 60 participantes, lo que fue el puntapié inicial para que posteriormente lo convoquen a enseñar Ashtanga Yoga para la comunidad de empleados docentes y no docentes del instituto. “En noviembre hicimos la prueba piloto y hubo mucha convocatoria, se inscribieron 36 personas. Los participantes se engancharon mucho, por eso comenzamos nuevamente en marzo y la idea es extenderlo durante todo el año”, comenta quien también es instructor en una escuela de esta disciplina milenaria.

A la hora de responder sobre cómo combina las clases de “Taller de Modelización de Productos” con disciplinas alternativas, el docente de Ingeniería Industrial, ofrece una explicación sencilla.  “Cuando uno enseña busca que ciertos valores lleguen a los alumnos, valores que no deben ser tomados como mandatos. Es común que los estudiantes pregunten si están haciendo los trabajos bien, y uno llega a un punto donde quiere transmitirles que ellos saben internamente si lo que hacen es correcto y que deben buscar su punto de equilibrio”.

Para finalizar, Jorge asegura que, en un mundo de tanta exigencia y demanda laboral, los profesionales deberían volcarse en prácticas como el yoga para alcanzar una vida equilibrada. “Estas carreras llevan a estar constantemente enfocados en la cabeza, en quedarse en las teorías duras y virtuales. El yoga puede ser una herramienta que los traiga a la tierra, al aquí y ahora. A conectarlos con su cuerpo y devolverles salud, armonía y aire. Porque cuando uno siente que las cosas laboralmente no salen, unos 45 minutos de práctica pueden ser la solución”.

+Mirá parte de la clase de Yoga que dictó Jorge Leporati en la edición 2016 de Bootcamp: