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La cuarta edición del Programa de Ayuda para la Formación Profesional del ITBA les brinda a 23 integrantes del personal docente y de staff la posibilidad financiera de continuar sus estudios.

La Universidad sigue afianzando su camino en pos de la capacitación a quienes colaboran en el crecimiento institucional cotidiano. Por eso, en esta oportunidad, el Programa de Ayuda para la Formación Profesional amplió sus alcances: nueve docentes y seis colaboradores obtuvieron ayuda financiera y se les renovó a otros ocho miembros que adquirieron el beneficio en años anteriores.

Diego Sodor es uno de los docentes que obtuvo la beca. Su historia académica-laboral está emparentada con el ITBA desde un principio. Se graduó como Ingeniero Industrial en 1998 y comenzó a desempeñarse como docente de la Universidad una década después. Este año, gracias al programa, cursará la Especialización en Ciencias de Datos que se dicta en el ITBA.  El profesor admite que el postgrado le otorgará herramientas que le serán útiles a la hora de dar clases.

La Técnica Bibliotecaria Mariela Quise se incorporó al staff de Biblioteca de la Universidad en septiembre de 2016, en el sector de servicios al usuario. Entre sus pendientes se encontraba continuar los estudios y graduarse como Licenciada en Bibliotecología y Documentación. Su buen desempeño laboral y el apoyo de su jefa la motivaron a presentarse en el Programa de Ayuda para la Formación Profesional que realiza la Universidad desde 2014. La esperada noticia llegó meses después; recibió la beca para poder realizar la carrera.

“Como facilitadores de la información los bibliotecarios debemos estar actualizados, formarnos continuamente para conocer y aplicar herramientas que mejoren los servicios que se ofrecen en una biblioteca. En mi caso particular considero que volcar los conocimientos adquiridos en las jornadas diarias con alumnos, docentes y pares del ITBA, será un aporte fundamental para el acceso a la información y también para el resguardo de la misma”, reconoce Mariela.

La Directora del Departamento de Desarrollo Humano, Lic. Ana Paula Bertinat expone los alcances de este beneficio: “Hoy no es suficiente con la certificación primaria de saberes básicos. Los cambios y la complejidad de su interpretación hacen necesario mantener la llama de la inquietud por aprender permanentemente encendida. Aristóteles decía que el conocimiento engendra las grandes dudas. Entendemos que continuar estudiando habilita entrar en el círculo virtuoso de saciar la curiosidad por lo desconocido”. Bertinat agrega que “el programa de formación está en línea con estas premisas ya que privilegia el protagonismo que cada colaborador quiera potenciar en relación a sus propios saberes y competencias”.

El ITBA sigue generando prácticas que promueven las vocaciones. Porque, en definitiva, el desempeño llega a su plenitud cuando se gesta el espacio acorde.