El ingeniero industrial Agustín Di Luciano combina sus conocimientos académicos con el arte visual: su última obra concientiza sobre la detección temprana del cáncer de mama.
Eclético. Ese adjetivo empleado para definir a quien puede reunir tendencias e ideas de sistemas diversos, parece calzarle a la perfección. Porque a sus 37 años, Agustín Di Luciano construyó una carrera profesional en la que la tecnología y el arte van de la mano; es co-fundador de Nexton -una consultora que le da la posibilidad a desarrolladores de software argentinos de trabajar de manera remota para empresas del exterior- y desde hace algunos años le hace lugar a su otra vocación. “En 2013, luego de cumplir varios objetivos personales y profesionales como recibirme de ingeniero, formar mi familia, viajar por el mundo, fundar un emprendimiento, vivir en el exterior, fui papá de mi primera hija e hice un clic. Me di cuenta que, para ser un buen padre, tenía que ser feliz y el arte era lo que me ayudaba a lograrlo, así que decidí emprender mi camino como pintor”.
En estos últimos años esa pasión tomó sustento. Agustín dio vida a varios murales, además de participar en exhibiciones dentro y fuera del país. Y en los últimos meses su nombre tomó mayor repercusión al coronarse ganador del certamen “Imprime en grande”, organizado por Epson y Avery Dennison, por su obra “Prevenir es amar la vida” que concientiza sobre la detección temprana del cáncer de mama. Por eso, durante octubre, su trabajo revistió el frente del Museo de Arquitectura y Diseño (MARQ) en formato de gigantografía-.
“La posibilidad surgió desde la convocatoria abierta en redes sociales en toda la región. Significa para mí un honor y oportunidad muy grande haber amplificado un mensaje desde un espacio físico por donde pasan aproximadamente 90.000 personas todos los días”.
-¿Estabas familiarizado previamente con esta enfermedad? ¿De qué manera trabajaste la temática?
-Llegué a la fundación “Donde Quiero Estar” y fui voluntario durante tres años, gracias a la recomendación de mi mentor, guía y amigo del ITBA, Diego Luzuriaga. La ONG busca combinar arte durante el proceso de la quimioterapia en hospitales públicos y dan soporte a las familias y pacientes oncológicos en esta difícil situación. Pude ver como voluntarios y pacientes transitan un camino tan difícil, buscando luz y color a pesar de todo, de una forma muy humana. Me inspiró muchísimo y ayudó a mí a superar mis propios miedos. Como aprendí de su fundadora Vicky Viel Temperley, “creando un cielo en el dolor”.
-¿Qué balance hacés de tu paso por el ITBA? ¿Qué herramientas considerás que hoy en día seguís empleando en tus dos facetas?
-Empecé estudiando Ingeniería Informática porque quería aprender a programar. En tercer año, tras aprender los fundamentos, vi que tenía otros intereses más amplios, y descubrí que Ingeniería Industrial me brindaba otra velocidad y espectro de herramientas de bases duras y blandas. Gracias a materias como Física Moderna y Planeamiento Estratégico, adquirí una visión general de “cómo funciona el mundo” . Y, alineado a este aprendizaje, empezó a crecer un interés por mejorarlo siendo estudiante. En 2005 con un gran grupo de amigos del ITBA iniciamos el SABF, South American Business Forum, que es lo que hoy, 13 años después, me sigue vinculando a la Universidad cada año convocando por estudiantes para el bien común.
-¿Cómo conjugás la ingeniería y el arte? ¿Cuál pensás que es el punto común entre ambas?
-Fui formado para encontrar soluciones y pensar en forma sistémica. Humildemente, intento plantear mi propuesta artística desde una visión ingenieril al intentar “solucionar problemas” utilizando herramientas y tecnologías a mi alcance, desde óleos, grafito o aerosoles, hasta código, datos o realidad virtual. Creo que el arte tiene un poder transformador y liberador muy grande ya que, al igual que la tecnología, pueden aumentar nuestra consciencia.
-Tengo entendido que sos autodidacta, ¿cuáles son tus motivaciones a la hora de pintar? ¿qué buscás transmitir?
-Apunto a generar mensajes positivos que nos acerquen a las soluciones; me atraen mucho los proyectos con propósito social y/o ambiental desde el arte. En estos últimos años estuve concentrado en temas ambientales, preocupado por los impactos crecientes del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el desplazamiento de la naturaleza nativa, en especial los bosques. Me estoy obsesionando con lograr la textura de la corteza de los árboles en grafito, tratar de mostrar que son seres que también sienten.
-(Crédito foto: Rogelio Farah )
+Descubrí los distintos trabajos de Agustín, acá.
+Conocé la obra con la que ganó “Imprime en grande”:
