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Ya retirado de la actividad, el Ing. Francisco Ditaranto hace un balance sobre sus años como docente y director adjunto del Departamento de Ingeniería Electrónica.

Quien conoce a Francisco Ditaranto no puede evitar pronunciar, aunque sea, una palabra elogiosa. “Es una gran persona”, “me enseñó muchísimo”, “siempre está con una sonrisa”, son algunas de las tantas frases que se reiteran. Su vínculo con el ITBA se generó en agosto de 1989, cuando fue designado como docente en Electrónica II, para dos años después sumarse también a Electrónica I; asignaturas en las que se desempeñó hasta a principios de 2018. Durante sus casi tres décadas en las aulas colaboró en el desarrollo académico de muchísimos alumnos, varios de los cuales hoy son docentes y- hasta hace poco- sus propios compañeros.

“Siempre me vinculé en las clases de la misma manera, a partir de un diálogo sincero para facilitar el aprendizaje y desarrollando los temas de la forma más amena posible. Siempre busqué que los alumnos comprendieran los conceptos fundamentales mediante la discusión y la ejemplificación”, despliega Francisco, quien además ejerció como Director adjunto del Departamento de Ingeniería Electrónica durante los últimos 8 años.

-¿Qué recuerdos atesorás de todas estas experiencias en el ITBA? 

-En el campo docente, la tranquilidad de haberme brindado a transmitir los conceptos en la forma más clara posible. También me llevo el reconocimiento que a través de los años me brindaron los alumnos. En mi función como Director Adjunto destaco la orientación que recibí de las instancias superiores, así como la colaboración de los integrantes del Departamento, que motivó la posibilidad de trabajar en equipo.

-¿Qué camino considerás que está tomando la educación? ¿Qué influencia ves de la tecnología?

-Están surgiendo cambios importantes en la forma de dictado de las materias. De la típica clase en la que el docente desarrollaba los temas y los alumnos participaban de forma pasiva ya se está mutando a ámbitos con los estudiantes en un rol activo. El cambio implica un importante desafío para los docentes ya que deben ser moderadores en el desarrollo de los temas y los alumnos deben asistir a las clases con conocimiento suficiente. Una herramienta concreta que ya se está utilizando en el ITBA es Campus.

-¿Qué rumbo y qué posibilidades está ofreciendo la ingeniería electrónica? ¿Qué cambios fue ostentando el ingeniero electrónico?

-La ingeniería electrónica es sumamente amplia en el campo de las aplicaciones y de las investigaciones. La permanente evolución de los componentes permite desarrollar implementaciones que algunas décadas atrás eran impensadas. El desarrollo de la tecnología y, en forma concreta, la aparición de los microprocesadores, han abierto las puertas para que todo equipo o sistema tenga dos partes muy diferenciadas como el hardware y el software, complementado ello con la existencia hoy en día de múltiples tipos de integrados digitales y analógicos; así como una amplia disponibilidad de sensores.La extensión de las aplicaciones de la electrónica condujo necesariamente a la especialización. Y en nuestra Universidad ya existen desde varios años focalizaciones como bioelectrónica, señales y sistemas, mecatrónica y control, y telecomunicaciones.

-¿Qué recomendación le harías a los alumnos y graduados que quisieran dedicarse a la docencia? 

-Les sugiero que encaminen su desempeño desde los niveles de ayudantes de trabajos prácticos a niveles superiores, porque lograrán, a partir de las encuestas de los alumnos, corregir algunas características. Esto, junto a la calificación del profesor responsable, le brinda al docente la retroalimentación necesaria para establecer claras oportunidades de mejora.