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La Directora de la Escuela de Postgrado Ing. María Eugenia Pérez analiza la actualidad de la educación ejecutiva argentina, y explica el auge de los programas In Company.

No es novedad que en los últimos años la transformación digital modificó las reglas de mercado. Lo que muchos a veces ignoran es que eso impactó no sólo en la forma de trabajar, sino que también derivó en la necesidad de que las instituciones educativas tuvieran que rever sus propuestas académicas a nivel postgrado. Es decir, posicionarse como un nexo entre las necesidades de las organizaciones y de los mismos profesionales.

 “La educación del siglo XXI se plantea de una manera diferente en el mundo entero. En mi opinión, se tardó bastante en entender que las habilidades que se requerirán en el trabajo del futuro están atravesadas por el impacto que han producido las nuevas tecnologías en la sociedad y en el trabajo. No sabemos a ciencia cierta cuáles serán esos nuevos puestos laborales, pero sí podemos prepararnos lo mejor posible para los nuevos desafíos. Desde adaptar los programas de estudios, hasta cambiar metodologías y generar nuevos programas con temáticas nunca antes planteadas”, remarca la Ing. María Eugenia Pérez.

La Directora de la Escuela de Postgrado del ITBA relaciona esa realidad con un progresivo incremento en la demanda de programas de postgrados y educación ejecutiva. En el último año, en la Universidad, por ejemplo, se registró un crecimiento del 40% en la cantidad de alumnos que realizan algún tipo de estudio de postgrado, mientras que en algunos programas puntuales se observó un aumento de la convocatoria cercano al 100%. “La educación ejecutiva acompañará a los profesionales durante toda su vida. Identificar las habilidades que los trabajos del futuro requerirán será primordial en la creación de nuevos cursos y en la modificación de contenidos. La visión de la educación en el futuro, no tan lejano, será extremadamente dinámica. La búsqueda de actualización de conocimientos y la adquisición de nuevas habilidades será parte del motor de la formación de un profesional”, argumenta María Eugenia Pérez.

-Si bien hay cierta incertidumbre sobre los puestos laborales del futuro, ¿cuáles son las temáticas y conocimientos que los profesionales debieran adquirir para anticiparse a los cambios venideros?

-Por un lado, hay que comprender que los profesionales del futuro nunca terminarán de formarse. La capacitación será continúa y seguirá el ritmo de los cambios tecnológicos. Partiendo de esta premisa, entender las tecnologías emergentes y cómo impactan en el trabajo, los procesos, productos y mercado es primordial para analizar las temáticas primordiales a adquirir. Por otro lado, incorporar los conocimientos que le permitan a un profesional comprender los cambios que se dan en las organizaciones y en la sociedad, implica ir más allá de la solo comprensión de una tecnología en particular. Reinventarse profesionalmente, ser flexibles a los cambios y tener una actitud proactiva en lo que se refiere a incorporar nuevos conocimientos; esa será la clave del éxito de un profesional.

Teniendo en cuenta esto, en el ITBA hemos actualizado los contenidos de gran parte de nuestros cursos y lanzado programas nuevos. Deep Learning, Transformación Digital, Big Data, IOT, Blockchain, Liderazgo, Energía, Desarrollo Organizacional y Metodologías Ágiles, son algunos ejemplos de las temáticas con mayor interés.

-A nivel postgrado, las universidades cuentan con facilidades para imponer cambios en sus ofertas y en sus metodologías. ¿Qué avances se vienen logrando en innovación educativa?

– Los programas de formación online son parte de los formatos que van cobrando cada vez más importancia en la demanda. Las capacitaciones 100% online o blended (presencial + online) son una realidad. Las universidades del mundo están ampliando su oferta de programas online en diferentes plataformas viendo esta tendencia. Hoy estar presentes en estos formatos de enseñanza es necesario para poder llegar a aquellos alumnos que los eligen cada vez más. Esta realidad implica redefinir conceptos de educación como, a quién dirigimos el programa de capacitación, porque las opciones se amplían mucho más de las fronteras a las que estábamos acostumbrados.

Los programas de capacitación ejecutiva más cortos y enfocados son una tendencia en alza. Los profesionales de diferentes áreas buscan entender y formarse en alguna temática específica. Para ello prefieren cursos de menor duración, teórico-prácticos que les permita generar un nuevo conocimiento, habilidad o herramienta para aplicar en su trabajo.

-En el último tiempo, los programas In Company se transformaron en una alternativa frecuente, ¿qué beneficios brinda esta metodología?

-Las universidades y las empresas actúan como socios en la formación de los recursos humanos de una organización. Los programas In Company buscan capacitar en forma masiva y focalizada a los empleados de una empresa, permitiendo diseñar los contenidos de manera customizada y a partir de los requerimientos de cada organización. De esta manera, las empresas planifican sus capacitaciones y miden su impacto para lograr los objetivos deseados. Volviendo a lo que hablábamos antes, en una realidad constantemente cambiante, donde el impacto de la tecnología obliga a actualizarse permanentemente, el concepto de formación profesional se presenta completamente diferente a como lo pensábamos hasta hace unos años. A las empresas les pasará algo similar: sólo sobreviran si logran ser flexibles y adaptarse. Por eso, los programas In Company son fundamentales para acompañar a las organizaciones en este proceso, ya que las empresas que no promuevan la capacitación de sus colaboradores atentarán contra sus propias ventajas competitivas.