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Los conocimientos no entienden de límites geográficos. Historias cruzadas de profesionales que amplían sus proyectos a partir de experiencias internacionales.

Sin dudas, El Ing. Martín David mantiene un gran sentido de pertenencia para con el ITBA. A sus 31 años está vinculado con la Universidad desde hace 13: graduado en Ingeniería en Mecánica, docente de dicho Departamento desde 2014, y actualmente como doctorando. Enmarcado en este último rol, este año obtuvo una beca del programa “Enhancing Mobility between Latin America, Caribbean and the European Union in Health & Environment” (EMHE) para realizar, durante tres años, tres estancias, con el objetivo de avanzar en su plan de tesis doctoral.

De esta manera, a lo largo de tres meses, realizó su primera experiencia en el Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI), de Barcelona, España. Allí alcanzó progresos en el desarrollo de la modelización del electrolizador alcalino autopresurizado gestado en el ITBA.

“Es una experiencia que permite crecer desde todas las perspectivas. Compartir tiempo con otros profesionales y colegas, vivir en otra ciudad con otra organización y cultura, y alejarse de lo cotidiano son cuestiones que enriquecen mucho.  Además, desde el Departamento de Doctorado se me brindó toda la ayuda necesaria para postularme a la beca. Mis colegas docentes colaboraron suplantándome y reorganizándose en las materias. Si no no hubiera podido realizar este programa internacional”, explicó David.

La inciativa también se observa de manera inversa. Uno de los casos más destacados es de la Dra. Anna Serra Clusellas, quien, a partir de una beca de postdoctorado otorgada por Conicet, desempeñó su labor en los laboratorios del ITBA durante dos años. La investigadora española focalizó su trabajo en  la eliminación de herbicidas del agua. Dentro de este proyecto, abordó dos bloques: la degradación del herbicida 2,4-D del agua y la eliminación del herbicida glifosato y su producto de degradación principal, el AMPA.

Su estadía resultó muy productiva también para los estudiantes de la Universidad, ya que colaboró en la escritura y ejecución de un proyecto ITBACyT titulado “Eliminación del glifosato del agua mediante el proceso de foto electro-Fenton solar”. En el marco de esta investigación cooperó con cinco alumnos de la carrera de Ingeniería Química.

“Fue una experiencia muy positiva. Tuve la oportunidad de conocer gente que me ayudó e integró desde el primer momento, hecho que es de suma importancia para que el trabajo del día a día sea riguroso, ameno e incluso divertido. Además, el laboratorio del CIMA en el ITBA dispone de unos equipamientos e infraestructuras que permiten realizar una investigación con rigurosidad. Me llamó especialmente la atención que el laboratorio estaba mejor equipado que algunos con los que había trabajado previamente”, rememoró la Dra. Serra Clusellas.

A su vez, expresó los motivos por los que considera que estas iniciativas son fructíferas para ambas partes. “Me parece muy enriquecedor llevar a cabo este tipo de incursiones, tanto por lo que aprendes del país donde vas (en términos personales y profesionales), como los conocimientos que un investigador del extranjero puede aportar también al centro de investigación de acogida. Creo que este tipo de experiencias terminan enriqueciendo el mundo de la investigación, tanto en el país de origen como en el que uno trabajará transitoriamente”.