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La Dra. Silvia Gómez, Directora del Departamento de Innovación Educativa, y un recorrido por los progresos en su área de trabajo. Desde la reconversión del espacio, hasta el nuevo rol del alumno.

Mientras la sociedad sigue avanzando en la manera de vincularse -en gran parte, gracias al desarrollo constante de las tecnologías- el debate sobre una reestructuración del modelo educativo se posiciona como un asunto ineludible. Creado desde hace poco más de un año y medio, el Departamento de Innovación Educativa, es justamente, una de las áreas desde donde el ITBA imparte las acciones para actualizar la forma de enseñar y de aprender.

“A nivel general, se dieron ciertos pasos en pos de la innovación educativa, pero, en algún punto, se confunde este concepto con la utilización de tecnología en educación. Y claramente no es lo mismo. Innovar en educación significa generar un cambio profundo. El modelo clásico quedó obsoleto, porque las generaciones y el estilo de vida mutaron. Antes, el conocimiento se encontraba presente en los libros y era impartido por algunas personas, hoy en día la información está a un clic de distancia”, ilustra la Dra. Silvia Gómez, Directora del Departamento de Innovación Educativa.

– ¿Qué herramientas tecnológicas debieran adoptar los docentes en pos de esta coyuntura?

-El aporte de la neurociencia, el análisis de datos y el deep learning (conjunto de algoritmos para el aprendizaje automático) serán fundamentales. Descubriendo el patrón de aprendizaje de los alumnos se puede ver cuáles son sus dificultades y en qué se destacan. Si el docente puede personalizar eso, cada alumno avanzaría más, por lo que podrían potenciarse las capacidades individuales. Hay que lograr que los estudiantes lleguen al conocimiento a su ritmo y en función de sus propios esquemas conceptuales. Pero este cambio involucra mucho más que el uso de tecnología, por eso nosotros estamos acompañando a los docentes con talleres de formación metodológica, y en breve también comenzaremos a trabajar con alumnos.

¿Cuál es entonces el nuevo rol del alumno y del profesor?

-El alumno tiene el desafío de salir de una posición pasiva para transformarse en protagonista de un esquema educativo a su medida. Por otra parte, tender a la personalización del aprendizaje implica un cambio fuerte en el rol del docente, que pasa a ocupar un lugar de “curador” de contenidos y de guía/facilitador en la internalización del conocimiento, acomodándolo a cada realidad e -inclusive- permitiendo que cada alumno aprenda de sus propios errores. Tal como expresa Khan Salman, se trata de “humanizar el proceso de aprendizaje”.

-La tecnología impacta en el cambio de enseñar y aprender, ¿cuál será la función del aula?

-Debería convertirse en un lugar para que los alumnos logren desarrollar habilidades más complejas, como analizar, evaluar y crear, y no para la recepción de contenidos. Esto implica una gran inversión, dado que se necesitan espacios flexibles y con todo lo necesario para explotar distintas metodologías.

-El ITBA firmó hace algunos meses un acuerdo con Delft University para implementar cursos online, ¿cuál es el objetivo de la iniciativa?

-Apunta a utilizar experiencias de cursos online ya probados. Pero implementar estos contenidos es sólo una parte de una gran solución que desde el ITBA vamos gestando. Muchos docentes empiezan a interesarse en producir sus propios materiales y personalizarlos a partir de experiencias específicas, por eso, también estamos dictando talleres como el de producción audiovisual, para acompañarlos en esta iniciativa. En este camino de innovar hay que basarse en múltiples herramientas.

– ¿Qué camino considerás que hace falta recorrer?

-Estamos frente a un gran desafío. No hay recetas armadas y eso hace esta experiencia aún más enriquecedora. Más allá de lo metodológico, lo ideal sería integrar materias entre sí, porque los conocimientos se relacionan, no son compartimientos estancos. Esto recién empieza y, si bien se trata de un cambio paulatino, cada vez se suma más gente a este modelo. En ese sentido, ya estamos pensando en armar un workshop para fines del año que viene, como un imprescindible espacio para que se compartan experiencias. Y, simultáneamente, estamos participando de redes internacionales para insertarnos en el contexto del cambio educativo global.