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A la hora de enseñar este tipo de carreras el enfoque del docente es esencial. El Lic. Osvaldo Berisso, profesor del departamento de Economía y Desarrollo Profesional analiza el panorama.

Poco a poco, los proyectos de investigación realizados por estudiantes se están abriendo paso. Se encuentran insertos en los cursos de las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (agrupadas como STEM por las siglas de su expresión inglesa) y toman como objetivo investigar como recurso didáctico, pero también como contenido formativo.

La investigación posiciona la iniciativa de aprender en un terreno preferido por el estudiante. Interactuando con su equipo. Alentando su curiosidad ante problemas concretos para su resolución. Dando libertad para alcanzar resultados con sus propios métodos de pensamiento. La investigación aprovecha sus afinidades tecnológicas y comunicacionales para desarrollar sistemas conceptuales, textos y gráficos. En síntesis, se profundiza el aprendizaje en el estilo de las nuevas generaciones, lo que mejora los resultados y acota una de las principales causas de desaliento, como también optimiza la permanencia en la disciplina elegida.

Sea inducido por las instituciones o de manera espontánea, la reorientación de la enseñanza en pos de los nuevos hábitos de aprendizaje está avanzando entre los docentes universitarios. Esto se nota en el esfuerzo para evitar los prolongados monólogos y hacer más llevaderas las clases teóricas mediante exposiciones matizadas de los contenidos a fin de despertar curiosidad, o también suscitando la atención por otros medios. Por ejemplo, con plataformas audiovisuales, promoviendo la discusión participativa de temas pertinentes en debate, con consignas de lectura por grupos, juegos y experimentos de clase y salidas didácticas a empresas u otros ámbitos específicos de cada materia.

Por otra parte, la investigación en las carreras de grado potencia la capacidad del futuro profesional para buscar, incorporar y utilizar los nuevos conocimientos que se producen a diario. El ritmo exponencial de acumulación del saber científico requiere mentes abiertas, pensamiento crítico y procedimientos sujetos a revisión; todo ello en un contexto de educación permanente. Ya no basta con memorizar y repetir un cierto lote -tan extenso y detallado como prontamente incompleto- de conocimientos académicos.

Las tareas de investigación realizadas durante la carrera le aportan al perfil del graduado competencias concretas y bien definidas, lo que posibilita una primera toma de posición personal ante las problemáticas de su campo. Y, por supuesto, estas labores ayudan a buscar y seleccionar información relevante, a analizarla y obtener conclusiones significativas al desarrollar sus propias herramientas intelectuales.

Para el docente, la investigación estudiantil permite reconocer las formas de aprendizaje propias de cada generación de un modo más integral y acomodarlas en función de la enseñanza. Y evaluar mejor. Al igual que las investigaciones realizadas por profesionales expertos, las ubicadas dentro de materias de la carrera deben evaluarse según su originalidad, pertinencia, calidad de la información utilizada, significatividad del análisis y de las conclusiones. Esto compone un rico abanico de oportunidades de evaluación durante las clases, sin esperar a la situación de examen, acotando de paso la carga de estrés de los exámenes tradicionales cuyas calificaciones suelen reflejar la buena memoria por encima de la comprensión de contenidos.

Estas tendencias se visibilizan en la materia optativa “Tópicos de Macroeconomía” que se dicta en varias carreras de grado del ITBA. En esta asignatura se reemplazaron los tradicionales exámenes parciales por la evaluación permanente del trabajo guiado de investigación grupal, como también se priorizó la participación individual en los asuntos sometidos a debate aplicando el herramental teórico y la elaboración de un informe final con los resultados

Las carreras STEM tienen la posibilidad de innovar en educación. El momento actual lo demanda y las herramientas abundan.

*Escrito por Lic. Osvaldo Berisso, docente del departamento de Economía y Desarrollo Profesional.