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GABRIELA BORDOY   LA NACIÓN   LINK A NOTICIA ONLINE

Ultimamente hemos escuchado maravillas sobre los “analistas de datos”. No es raro encontrarnos con titulares en periódicos y en las páginas web de noticias que indican que “son los profesionales más buscados” o “los mejores pagos” o directamente que “es la carrera del futuro”.

Entonces no podemos evitar preguntarnos: ¿Por qué? ¿Qué los hace diferentes? ¿Qué formación tienen? ¿Hay alguien haciendo ese trabajo hoy?

La posibilidad de almacenar datos ha aumentado exponencialmente, las empresas guardan celosamente sus números porque saben que son útiles. Quizás no esté muy claro el para qué especifico, pero son custodiados fuertemente.

Los analistas de datos tienen la clave. Son quienes transforman esos datos en información y esa información permite tomar decisiones con mayor grado de certeza.

¿Qué hacen?

Extraen, limpian, analizan y permiten visualizar datos de manera que sean útiles para quien deba armar, por ejemplo, una estrategia de venta considerando la información de cada caja de un supermercado con sucursales en todo el país.

O para definir dónde localizar un centro de salud, teniendo en cuenta los viajes realizados por los ciudadanos, su lugar de residencia y el índice de enfermedades o accidentes en una ciudad; y por qué no, encontrar la relación entre cierta anomalía y la predisposición a contraer una enfermedad, considerando el histórico de imágenes de los tomógrafos de un hospital y la calidad del aire de la zona.

O quizás para analizar la relación entre las alteraciones migratorias de aves por el cambio climático y la rentabilidad del suelo en una región, a partir de la utilización de imágenes satelitales.

Según McKinsey Global Institute, sólo en Estados Unidos, la demanda estimada para el 2026 de puestos con este perfil será de dos a cuatro millones de profesionales.

El analista de datos se forma mediante una fuerte base matemática, que le permitirá adentrarse a la estadística descriptiva, para luego pasar a la inferencial; un gran conocimiento del negocio, para poder hacer las preguntas correctas; una buena base de informática, para poder manejar grandes bases de datos desestructuradas y encontrar los algoritmos que lo conduzcan a las respuestas adecuadas y una base social, para entender que a veces los números no solo son números.

El perfil

Este profesional es curioso por naturaleza, encuentra relaciones donde otros no las ven, su capacidad de abstracción le permite analizar distintas variables y llegar a conclusiones escondidas. Encuentra historias en los datos y tiene la habilidad para comunicarlas.

Las empresas deben gestionar y sacar provecho de los datos y el analista de datos es la clave. Hay industrias como banca o seguros que hace años que lo saben, pero muchas veces sus analistas no estaban tan inmersos en el negocio, o les faltaba la formación en sistemas. Entonces mediante el aprendizaje laboral o estudios de posgrado lograban pulirlos a su gusto. Hoy las empresas, en distintas industrias se dan cuenta de que necesitan este puente que una la información, el negocio y las acciones.

Son pocas las instituciones educativas en la Argentina que leyeron con antelación esta demanda del mercado y que ofrecen actualmente una propuesta que forme profesionales para los puestos actuales y también para los que todavía no se crearon. Una necesidad que hoy en día está vigente y que en los próximos años se evidenciará aún más.

Por Gabriela Bordoy, Directora adjunta de la Licenciatura en Analítica Empresarial y Social, ITBA