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Detrás de Wuabi, la primera plataforma de financiamiento colaborativo de agronegocios, se encuentran dos graduados del ITBA de carreras distintas. Una start up que pica en punta.

“Para invertir en el campo necesario ser un gran conocedor el rubro”, esta histórica máxima comienza a quedar en el pasado a partir de acciones concretas que buscan acercar esta actividad a todo tipo de ahorristas. Wuabi es justamente la iniciativa que más brilla por su presencia: lanzada oficialmente en noviembre de 2017 se posiciona como la primera plataforma de crowdfunding para proyectos agropecuarios. Los potenciales inversores pueden elegir entre varias opciones, sin necesidad de desembolsar una gran inversión.

La start up tuvo su génesis conceptual en marzo de 2016 cuando, a partir de experiencias propias, el Ingeniero Industrial Alan Boryszanski y el Ingeniero Informático Leonel Badi descubrieron problemáticas para participar en negocios del agro. “Cuando obtuve mis primeros ahorros al finalizar la carrera y empezar a trabajar me acerqué a proyectistas agropecuarios (feedlots, pooles de siembra) para averiguar cómo ser parte de alguna de sus oportunidades. Lamentablemente, me encontré con una inversión mínima que excedía mis posibilidades. Me pregunté si era un problema recurrente, y descubrí que la clase media, en general, se encuentra excluida”, ilustra Boryszanski.

Actualmente, Wuabi ofrece varios proyectos de inversión: desde un fideicomiso agropecuario de cultivos, uno de inversiones en ganadería, hasta una oferta de créditos para agropymes, entre otros. “Las primeras dificultades no fueron tecnológicas sino técnico-legales y financiera-operativas. Al estar incursionando en algo totalmente nuevo en la región y particularmente innovador para la Argentina -el crowdfunding en general-, debimos afrontar un trabajo de investigación arduo y multidisciplinario”, agrega el ingeniero industrial.

Las posibilidades de crecimiento parecen infinitas, pero para Alan el plan a futuro es muy claro. “Pretendemos ser referentes en la inclusión financiera del sector agropecuario, fomentando la sustentabilidad en las buenas prácticas productivas, generando más y mejores alimentos para el mundo”.

Con esta start up, Badi y Boryszanski se suman a la gran cantidad de miembros de la comunidad del ITBA que emprenden. “Esto sucede porque es una Universidad con una visión muy global (con charlas, intercambios, contenido actual, etc), lo que fomenta el flujo de ideas. Es un espacio donde conviven ingenieros de diferentes especialidades y con diferentes experiencias laborales. Potencia el debate y la validación”.

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