Menú

ADRIANA LAZZERETTI   REVISTA CARTA DE PUBLICIDAD

Nati Ceruti se formó en Finlandia en una modalidad innovadora de la carrera universitaria en la que no hay contenidos fijos, sino que se aprende haciendo, y haciendo con los otros. En esta entrevista cuenta lo esencial del Programa Internacional de Emprendizaje del ITBA y cuál es la filosofía detrás de esta nueva forma de aprender.

El éxito del programa no está en el emprendimiento mismo, sino en lo que se aprende trabajando con otros para llevarlo a cabo, dentro del paradigma de la abundancia.

– ¿Cuál es tu trayectoria, hasta este rol actual?

-Tengo dos vidas, que ahora se unieron y están en paralelo. Soy Licenciada en Administración y Empresas y trabajé muchos años como gerente de marketing, sobretodo en empresas de sistemas. En 2008 me agoté del entorno empresarial y decidí que quería enseñar. Renuncié a la empresa y empecé a dar clases en UADE, clases de marketing en inglés para un grupo de 22 empresarios finlandeses que cursaban un programa sobre cómo hacer negocios en América Latina. El último día del curso, el coordinador presenció la clase y me invitó a Finlandia. Fui en abril de 2009 a un intercambio docente, di clase en distintas ciudades. En uno de los viajes fui a conocer el Centro de Excelencia de Emprendedores de una universidad finlandesa. No me gustaba lo que estaba relacionado con los emprendedores, porque, en ese momento, en Argentina, el gran tema era hacer el Plan de Negocios, pero nunca se hacía nada, por eso a mí me resultaba como una burbuja mental. Pero cuando abrí la puerta de ese lugar me llegó una energía como nunca antes había sentido. Era una oficina de planta abierta, con diferentes espacios, con gente feliz. Me explicaron que allí se aprendía la carrera de Administración de Empresas, pero sin aulas, sin profesores, sin materias, se aprendía haciendo. Me quedé una semana más investigando en el Team Academy de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Jyväskylä.

– ¿Qué es lo que se hace allí?

-El foco de ese lugar es aprender haciendo, y aprender con otros. Aprenden a trabajar su propio desarrollo personal y el desarrollo de los equipos. No se busca que salga el gran emprendedor con el producto terminado, sino que ellos, como personas, se transformen en los emprendedores que el mundo necesita. Tiene una lógica abierta y colaborativa. Cuando volví a Argentina me seguí formando, focalizándome en cómo aprenden los adultos, y también me formé en Finlandia durante dos años como Team Coach de Team Academy. Quería implementarlo acá. Fui a nuestras universidades y me dijeron que era demasiado disruptivo, así que fundé mi propia empresa, que es Hilearning, y empecé a generar el producto mínimo viable y a vincularme con gente de Educación. En la Ciudad de Buenos Aires empezamos a armar procesos cortos trabajando con docentes de CABA. Armé otro programa para emprendedores, siempre probando la metodología. No lo hacemos exactamente igual, sino que le he puesto agregados de cosecha propia.

– ¿Cuáles son las modificaciones o adaptaciones?

-La madre de todo es Timiakatemia, el Centro de Excelencia de Emprendedores de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Jyväskylä. Tienen el programa sólo en finés, pero se empezó a expandir y hoy está en Gran Bretaña en seis universidades, en Holanda, País Vasco, India y están abriendo en China. Holanda es el único que tiene un programa internacional y además en inglés. En ITBA usamos esta metodología y hacemos el partnership con Team Academy de Holanda, por el tema de la certificación. No es necesario que quienes se inscriban sean graduados. Al concluir el programa, ITBA les dará el título del programa internacional, y Team Academy, si no tienen un título universitario anterior, les da también un título por el programa; si tienen título de grado universitario, les da el título de Master. Además, en Argentina vamos a estar vinculados con todo el ecosistema de Timiakatemia para reunirnos con los otros emprendedores de los demás países. Tomé el sabor finlandés del programa, con las modificaciones holandesas, y en Argentina hacemos algo que se llama Emprendizaje, que consiste en reconectarse con los propios recursos y desde ahí desarrollarlos y desarrollarse con otros en equipo, a través de emprendimientos. Nuestro programa, además, tiene un agregado de psicología del aprendizaje que no está en ninguno de los otros programas, para hacer un proceso de metacognición permanente sobre cómo estoy aprendiendo y cómo aprendo con otros. Le agregamos también una rama de aprendizaje “under”, como es el arte de ser anfitrión o art of hosting, y mucho sobre comunicación y feedback. Eso no se da como contenido, sino que se generan las condiciones para que el conflicto suceda y después lo podamos resolver juntos.

– ¿El emprendimiento puede ser un proyecto dentro de una empresa?

-Esto no es solamente para gente que quiere hacer su empresa. De hecho, el 60% de los egresados de los Team Academies terminan trabajando en empresas, no necesariamente en un emprendimiento.

– ¿Cuál es tu acuerdo con Team Academy Business School de Holanda y con ITBA?

-Soy la representante de la Team Academy en Argentina y en ITBA voy a ser la directora de la carrera y la diseñadora del programa en Argentina, en tanto que ITBA pone el espacio y el recurso de los coaches y los especialistas. Es el primer año que se va a hacer en el país como programa de posgrado.

– ¿Cómo es la dinámica?

-Los estudiantes llegan, y automáticamente, son divididos en dos grupos, y esos grupos se conforman como cooperativas que son registradas legalmente. De parte del programa no se les da ningún objetivo, el grupo decide qué va a hacer. No es necesario que todos hagan un único proyecto, pero sí tienen que compartir lo que están haciendo con los demás. Cada grupo tiene un coach que se ocupa del equipo, no es un coach temático, sino que es quien tiene a su cargo que se genere el aprendizaje cruzado. A medida que van apareciendo los desafíos, se van invitando especialistas ad hoc a que colaboren en el proceso.

– ¿Cuáles son los principios teóricos de este tipo de aprendizaje?

-Está basado en la teoría del aprendizaje experiencial. Hay básicamente dos autores, que son David Kolb, estadounidense, e Yrjö Engeström, finlandés. Son comunidades de práctica de aprendizaje experiencial. No hay un programa formal, el programa se va co-creando, por lo cual llegás, no sabés que tenés qué hacer y lo tenés que inventar vos.

– ¿Qué parecidos o diferencias tiene este programa con una aceleradora?

-En una aceleradora el foco está puesto en los emprendimientos. La tasa de éxito de esos programas es que de ahí la gente salga con emprendimientos exitosos. Acá el foco es totalmente otro. Los emprendimientos son solo excusas. Cuando se termina el programa, la cooperativa se disuelve y muy pocas veces los emprendedores siguen con los proyectos que utilizaron. Nosotros nos focalizamos en que el programa es el momento y está la red para equivocarse mucho y aprender. Son emprendimientos para hacer de goma. El foco está en las personas y los equipos.

– Si tuvieras que apelar a resultados de algún tipo, ¿cuál es la medida?

-Se parece un poco a lo que dicen las empresas B, de que son las mejores empresas para el mundo. Creemos que son los mejores emprendedores para el mundo. Nuestro éxito es generar cultura emprendedora con estos valores de colaboración y co-creación. Es el paradigma de la abundancia, totalmente distinto del paradigma de la escasez. Estamos apostando muy fuertemente hacia los nuevos paradigmas de negocios de la economía circular, de la co-creación, de la colaboración, de la experiencia más que del tener, de lo que podemos hacer juntos más que de la competencia. Nos gusta esa cultura que toma los problemas como desafíos, para tejer redes de confianza donde después yo me pueda equivocar, porque sabemos que se aprende mucho más de los errores.