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¿Argentina producirá carne celular? Sofía Giampaoli, Ingeniera Química del ITBA y alumna de la Maestría en Dirección Estratégica y Tecnológica, lidera un proyecto innovador que evita el sacrificio de seres vivos.

El impacto ambiental que generan las acciones humanas siempre le quitó el sueño. Tal vez, fue uno de los motivos que la llevó a estudiar Ingeniería Química en el ITBA. A sus 29 años, Sofía Giampaoli está cada vez más cerca de materializar soluciones: es la fundadora y CEO de Granja Celular, un proyecto que busca producir carne celular en Argentina, una iniciativa que hasta el momento sólo se desarrolla experimentalmente en Estados Unidos, Holanda e Israel.

 “El principal desafío de este proyecto es transmitir que las alternativas proteicas son una necesidad mundial. Esta nueva forma de producir carne podría solucionar algunos de los retos que atraviesa la humanidad, tales como el cambio climático y salud pública. Buscar soluciones a estos temas es responsabilidad de todos en los distintos roles que ocupemos dentro de la sociedad. Aunque resulta complejo porque, sabemos, alterará el paradigma de la producción de alimentos que está basada en la utilización de animales como máquinas de producción. Otro desafío fue comenzar esta investigación en la región desde una etapa temprana de desarrollo a nivel mundial. Hay que romper con el esquema de pensamiento que dictamina que los desarrollos deben suceder primero afuera para después reaccionar localmente”, explica la graduada de la Promoción 49 (2013), quien el año pasado finalizó la cursada de la Maestría en Dirección Estratégica y Tecnológica del ITBA.

El equipo de Granja Celular se completa con la bióloga Carolina Bluguermann –investigadora de Conicet y con 10 años experiencia en cultivo celular y células madre-; y Giuseppe Scionti PhD. -experto en ingeniería de tejidos y bioimpresión-. “Venimos trabajando en el tema hace más de dos años, tenemos mapeadas las tecnologías que nos ayudarán a lograr el objetivo de escalado. Y estamos alcanzando una muy buena repercusión a nivel nacional que sirve para generar conciencia e informar acerca de las bondades de este producto: en materia ambiental, en temas de salud humana y, para los que nos interesa, desde el punto de vista de la ética animal”, remarca Sofía.

La graduada del ITBA está convencida que la carne celular es parte de una solución a un problema mundial. “Cada vez somos más, cada vez el poder adquisitivo mundial es mayor, la producción global de carne se va a duplicar para 2050. Todo esto determina que el proceso productivo actual sea insostenible, la ganadería es responsable del 14.5% de los gases de efecto invernadero. Es la mayor causa de la contaminación de agua a nivel mundial, de la deforestación y contribuye a generar resistencia antibiótica”.

Si bien este desarrollo conlleva alteraciones significativas en distintos sentidos, se prevé que se posicione como alternativa de la carne de producción tradicional. “Consideramos que ambos esquemas productivos van a coexistir, dado que los principales consumidores serán las nuevas generaciones que están más informadas, se preocupan por su salud y el ambiente. También confío que cada vez haya más personas generosas de espíritu colaborativo y receptivas a los cambios superadores”, agrega.

Sofía asegura que el ITBA ha sido fundamental en este camino que, aunque recién comienza, ofrece un porvenir alentador. “Esta Universidad es mi segunda casa. Estoy muy agradecida por las herramientas que me ha dado. Considero que la propuesta de valor de la Maestría en Dirección Estratégica y Tecnológica es muy buena porque, a diferencia de los MBAs, hace foco en la generación de emprendimientos tecnológicos de alto impacto. Sin dudas, el país necesita de este tipo de proyectos para generar productos de alto valor agregado sin descuidar al ambiente ni a la sociedad”.